El retorno de las palabras perdidas
Quienes creían que las palabras esenciales se habían perdido para siempre, hoy pueden escribir su propia fe de erratas. Las palabras francas, transparentes y sin tapujos, en estos días alzan su libre vuelo en el universo virtual de las redes sociales y ya liberadas de los claustros escolásticos o de las celdas del poder, por fin dejaron de ser exclusividad de escribidores profesionales o de cortesanos de oficio. Estamos viviendo una verdadera revolución del lenguaje, que a su vez está propiciando otras revoluciones también verdaderas. Palabras que convocan a solidaridades antes impensadas, palabras que emplazan a alzamientos inimaginables y palabras que a todos nos interpelan, incluidos a aquellos que creyeron que en la soledad de su habitación habían encontrado un refugio seguro frente a los malestares del mundo. Son fugaces, mas no efímeras, su esencia está en su pequeñez -140 caracteres en el Twitter algo más en el Facebook- y a su manera reconquistan los territorios que arterame